Una breve historia de la educación de adultos en California

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La educación de adultos se ha proporcionado en California desde mediados del siglo XIX. Sin embargo, fue hasta principios del siglo XX que la educación de adultos encontrara un lugar bajo el paraguas de la educación pública gratuita. A veces denominada "escuela nocturna" en California, la educación para adultos ha servido a inmigrantes, candidatos a la ciudadanía, veteranos que regresan, trabajadores desplazados y adultos que buscan una segunda oportunidad a través de la preparación para el GED y la educación técnica profesional. 

El principio

La educación de adultos en California se remonta a la década de 1850 en una iglesia de San Francisco, cuando se ofrecían programas para brindarles a los inmigrantes recién llegados, inglés, educación básica, y posteriormente, habilidades laborales. Los programas para adultos se aprovecharon de los grandes aumentos de la inmigración, la Administración de Progreso del Trabajo (WPA, por sus siglas en inglés) y el Cuerpo Civil de Conservación (CCC, por sus siglas en inglés) durante la Gran Depresión, dos guerras mundiales, las guerras de Corea y Vietnam, las recesiones económicas y otro reciente aumento de la inmigración. La educación de adultos ha sido una puerta de entrada a la ciudadanía, la equidad y el reingreso a la fuerza laboral de “segunda oportunidad”. 

Separación de K-12 y colegio comunitario

Cuando la educación para adultos se convirtió en parte de la familia de educación pública gratuita, se ofreció a través de los distritos K-14, que incluían colegios comunitarios. Sin embargo, con el desarrollo del Plan Maestro para la Educación Superior del Gobernador Pat Brown en la década de 1950-60, los colegios comunitarios se convirtieron en su propio nivel único dentro de la educación superior de California, junto con los sistemas de la Universidad Estatal y la Universidad de California. Con esta nueva división, las entidades educativas locales debían decidir si la educación de adultos sería parte del sistema local K-12 o del sistema de colegios comunitarios. Esto resultó en que el 70 por ciento de la educación de adultos permaneciera en los distritos K-12 y el 30 por ciento en los colegios comunitarios. El Colegio Comunitario Palo Verde (CC), junto con San Francisco CC, Santa Barbara CC, San Diego CC, Pasadena CC y Glendale CC son ejemplos del modelo de colegio comunitario de educación para adultos. (Cabe señalar que a medida que las líneas de demarcación se han desvanecido, algunas escuelas para adultos albergan cursos de colegios comunitarios y muchos colegios comunitarios ofrecen cursos de educación para adultos).

Una gran recesión y grandes recortes

Parecía ser casi el principio del fin de la educación de adultos tal como la conocíamos. Como resultado de la Gran Recesión (2007 a 2010), hubo una caída sustancial en los ingresos estatales. Los distritos escolares y los colegios comunitarios se vieron obligados a hacer recortes a mitad de año para equilibrar sus presupuestos anuales. En 2009, se otorgó a los distritos autoridad presupuestaria para utilizar ingresos categóricos del programa que anteriormente habían sido restringidos. Esta acción permisiva se describió como "flexibilidad categórica del presupuesto por programas". La educación de adultos era un programa categórico y, posteriormente, alrededor del 50 por ciento de los fondos locales para la educación de adultos en todo el estado fueron reutilizados y redirigidos por los distritos K-12 para satisfacer las demandas locales. En algunos distritos, los programas de educación de adultos se eliminaron por completo.

Un renacimiento del programa de educación para adultos de California

Tras esta aniquilación de la educación de adultos, en 2012, el gobernador Jerry Brown y la legislatura estatal promulgaron una legislación (AB 86) que pide a los distritos escolares que proporcionen programas de educación para adultos en sus niveles de financiación 2011/12. Durante un período de planificación de tres años, los distritos locales y los colegios comunitarios estudiaron el concepto propuesto de ofrecer educación para adultos dentro de un concepto de consorcio local que requiere la participación de los distritos K-12, colegios comunitarios y, más tarde, las oficinas de educación del condado. Para 2015, cada uno de estos 70 consorcios había desarrollado un plan de acción que se transformó en financiamiento para comenzar a operar como unidades regionales.

Por lo tanto, en 2015, las disposiciones que rigen el actual Programa de Educación de Adultos de California (CAEP), entonces conocido como Subsidio en Bloque para la Educación de Adultos (AEBG, por sus siglas en inglés), se promulgaron en AB 104., un proyecto de ley complementario del presupuesto estatal. Luego, el gobernador Brown y la legislatura presentaron un programa de educación para adultos renovado como un componente del esfuerzo del estado para abordar las desigualdades de ingresos y el desarrollo de la fuerza laboral. Como se describe en AB 104, este financiamiento fue para brindar a los adultos oportunidades para obtener educación básica y habilidades laborales que conduzcan a un empleo y mejores salarios. Se definió como adultos a los mayores de 18 años, y los programas aprobados incluían alfabetización, ciudadanía, habilidades básicas y secundarias, educación técnica profesional, pasantías y programas para adultos con discapacidades.

Administración y supervisión conjunta del estado

A nivel local, las juntas directivas del consorcio supervisan los programas y la financiación, y estas juntas incluyen representación de los distritos de colegios comunitarios y participantes K-12. Los miembros de la junta del consorcio son designados por las juntas directivas de los distritos participantes. Por lo tanto, debido a que CAEP exige la participación local de los distritos de colegios comunitarios y K-12, la administración y la supervisión reflejan el modelo estatal y son compartidas conjuntamente por el Canciller de los Colegios Comunitarios y el Superintendente Estatal de educación K-12.

Financiamiento para la educación de adultos (CAEP)

En 2015/16, se dedicaron $ 500 millones en el presupuesto estatal para respaldar las disposiciones de la AB 104. Ahora en su sexto año de funcionamiento, hasta la fecha California ha comprometido más de $ 3 mil millones de dólares para programas destinados a expandir y mejorar los programas para adultos. Otro objetivo del CAEP era utilizar el concepto de consorcio para maximizar los resultados aprovechando los recursos locales como las Fórmulas de Financiamiento de Control Local (LCFF, por sus siglas en inglés), la Ley de Innovación y Oportunidades de la Fuerza Laboral (WIOA, por sus siglas en inglés), el Departamento de Desarrollo del Empleo (EDD, por sus siglas en inglés), bibliotecas, pasantías, y otros proveedores relacionados a la fuerza laboral.

Próximos años y CAEP

Aunque es muy probable que el compromiso del estado con la educación de adultos continúe, cambios al CAEP podrían aproximarse basados a los ingresos, gastos y resultados.

La estructura de la legislatura estatal actual ha cambiado y hay muchos otros proveedores importantes que competirán para brindar capacitación en ciudadanía e inglés como segundo idioma. Y hay otros proveedores que conectan la capacitación de la fuerza laboral con la economía y los problemas de desigualdad de ingresos. Además, al igual que con otros programas, en algún momento el gobernador o la legislatura pueden solicitar un análisis basado en comparar el financiamiento del CAEP con los resultados del programa: costo / beneficio. Dependiendo de los resultados de cualquier estudio de este tipo, los cambios del CAEP podrían producirse en la financiación, las ofertas de programas o la administración y supervisión local y estatal.

Los defensores de la educación de adultos y otros también podrían proponer cambiar la política existente y las disposiciones fiscales que rigen el programa. Estos cambios podrían incluir la base para la financiación, los programas educativos permitidos, la elegibilidad de los estudiantes, la responsabilidad, el informe de datos y las tarifas de los estudiantes. Al igual que con otros cambios de programa, las propuestas legislativas requerirían datos de apoyo que justifiquen la necesidad de cambios legislativos.

Aunque es redundante y repetitivo (el lenguaje ha aparecido en presupuestos anteriores), debe tenerse en cuenta que el lenguaje del presupuesto 2020/21 se centra específicamente en el empleo, las ganancias salariales y la educación y capacitación postsecundarias. Con toda probabilidad, este enfoque particular sería la base para determinar la eficacia del CAEP.

La opinión general sobre los próximos años es que los educadores de adultos deben prestar atención a la financiación, la legislación, la competencia y, lo más importante, los resultados.